Éste es un libro dirigido a mostrar la dignidad de los alimentos y la comida desde una perspectiva católica y, por lo tanto, alegre, disfrutona de la vida y esperanzada en cuanto a la Mesa Celestial que nos aguarda, en línea con la Teología del Cuerpo y una visión sacramental del mundo. Este texto tiene algo para ti, tanto si eres un gourmet o un inapetente, si estás obsesionado con la báscula o pasas de ella, si eres un cocinillas o un absoluto negado para los fogones (y eres el que friegas o recoges), si eres tú quien invita a casa… o vas a comer a casa de otros:
es un símbolo potente que «avisa» de la Eucaristía, desde el Edén hasta el Éxodo, pasando por los profetas y llegando a la Última Cena.
más allá cría cerdos, otro hace vino o cerveza, un tercero lo vende, él cocina… y tú
compartes tu mesa, etc.).
sirve mucho más que cualquier dieta).
y comer con otros (frente a comer con el móvil, la tele puesta o en el sofá, como
en la series yanquis).
platos dignos de Masterchef: va de querer a la gente y que se sienta acogida y
querida (y es signo de la Mesa Celestial que nos espera).