Este libro quiere de algún modo convertir el agua en vino: quiere devolver la alegría a los esposos recordando, a partir de algunos textos directa e indirectamente relacionados con la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia del Papa Francisco, las pequeñas perlas o tesoros escondidos (Mt 13, 44-46) que hay rescatar una y otra vez para que su brillo ilumine las vicisitudes y circunstancias concretas de la vida matrimonial y familiar. Si tuviéramos que resumir el contenido del mismo, lo haríamos bajo la expresión «amor incondicional». El corazón del hombre ansí a un amor que no encuentre límites.
Queremos ser amados para siempre y no a pesar de nuestros defectos y debilidades, sino más bien teniéndolos presentes. Este anhelo intrínseco al corazón del ser humano está vinculado a nuestra condición personal, pues solamente si experimentamos este tipo de amor, tomamos conciencia de lo que somos, valiosos en sí mismos, amados no por lo que tenemos o hacemos, sino por quienes somos. Así es como descubrimos que lo más valioso que hay en mí, soy yo y que lo más valioso que hay en ti, eres tú. Y la familia es precisamente el ámbito privilegiado donde se hace experiencia de este amor incondicional y, por ello, aunque no solo en este aspecto, es reflejo del amor de Dios. Los ensayos que ahora presentamos hablan de este amor sin condiciones.